Volvamos a 1997
Pues a lo que iba, que esta tarde no sé cómo me vi canturreando una canción que hacía la tira de tiempo que no escuchaba y tuve que buscarla en Youtube:
Diossss, qué recuerdos, cierro los ojos y me veo ahí, en el año 97 (o el 98, no recuerdo muy bien), sentada en el sofá de mi amiga V chillando las dos histéricas y poniendo el vídeo en pause justo en el segundo exacto en que a uno de los maromos se le marca el paquete.
Yo era un pequeño y tierno engendro de pueblo: pelo estropajoso, unas gafas del tamaño de la bici de Indurain y ropa que haría palidecer de envidia a los payasos del Circo Romano. La edad del pavo y sus amiguitas las hormonas me hacían bullying y me escribieron el Quijote en Braille por toda la cara. Ni Clearasil ni hostias, nada podía con aquellos granos. Una vez me quedé sobada en un banco y cuando me desperté había un ciego tratando de leerme...Lo dejó cuando se le empezaron a llenar los dedos de grasa.
Pero fea y todo, era feliz.. Qué tiempos aquellos en que mi felicidad era tan barata: 300 pesetas para comprarme la Super Pop, o diez duros para una bolsa de pipas con la que pasar la tarde poniendo a parir a toda la pandilla con mi amiga V. O flipándolo solas con los vídeos de los Backstreet Boys. Una vez tratamos de convencer a la madre de una amiga para que llamara a los de Sorpresa Sorpresa y nos llevaran a los BSB "sin que supiéramos nada" (totalmente verídico) Se intentó pero al final pasaron de nosotras y prefirieron llevar a una tronen a que los conociera. Con su pan se lo hubiera comido, la tía cerda...
Pero en la vida de toda
Bueno, se acabó el flashback de hoy, regresemos a nuestro mundo de euros, crisis, paro, Belén Esteban, Tokio Hoteles, hermanos Jonas y demás plagas bíblicas. Y ahora permítanme abrir la mula y ponerme a descargar los grandes éxitos de los BSB. Al que le guste, bien; al que no, se puede ir a reír de su puta madre.
He dicho.