Hasta los cojones de Halloween
¿Qué será lo siguiente, que terminemos celebrando acción de Gracias? ¿O hacer la danza de la lluvia en medio de la plaza del pueblo?
Cojones, aquí lo que se estila es el día de Todos los Santos (y olé). Aquí te vas al cementerio, le dejas flores a quien corresponda y luego te vas a casa a cebarte de comida, mientras reflexionas sobre la fugacidad de la vida y esas cosas, y te preguntas por qué has gastado ese dineral en flores para tu suegra con lo hija de puta que era.
Lo peor de todo es vivir rodeada de guiris, como yo y otras tantas personas aquí por Oldtower. El día de Halloween, los niños guiris del vecindario te tocarán varias veces al timbre pidiendo caramelos, como si estuviéramos en algún pueblo perdido de Arkansas. Y no sólo me pillan desprevenida y con la despensa vacía, sino que me dan ganas de fostiarlos a todos ahí en medio y recordarles que estamos en España y que aquí no celebramos esas chorradas. ¿O es que acaso los españoles vamos exigiendo cabalgatas de Reyes allí dónde vamos?
Pero claro, sólo son niños y como los pobres te dan lastimica te tienes que aguantar, ir adentro refunfuñando y darles aunque sea unos centimillos (de los dorados, que los de cobre te los tiran a la puta cara y con razón, por tacaño) Así que jódete y baila...
Por eso me he visto obligada a sacar el pequeño Amenábar que todos llevamos dentro y he realizado mi primer corto-denuncia inspirado en el tema, titulado "Hasta los cojones de Halloween". Agradezco a Gerald Butler su participación desinteresada en el proyecto:

Para finalizar, dejadme dejarles un mensaje a los niños de mi vecindario, por si alguno está leyendo esto:
¿Sabéis quién os va a dar caramelos este año? ¡Sí, muy bien, VUESTRA PUTA MADRE!
xoxo
Postdata: El otro día me dieron a probar tarta de Halloween en Mercadona. Estaba asquerosa.